“Nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina”.
2 Pedro 1:4
“Todas las promesas de Dios son en él, sí”
2 Corintios 1:20
“Aprópiense de las promesas de Dios. Luego cuando llegue la prueba y la aflicción, esas promesas serán cantarines manantiales de consuelo celestial”.
Fragantes promesas, EGW, pg. 17
“Las promesas de Dios son plenas y abundantes, y no hay necesidad de depender de la humanidad para recibir fuerza. Dios está cerca de todos aquellos que solicitan su ayuda”.
Fragantes promesas, EGW, pg. 18
“Si educamos nuestras almas para que tengan más fe, más amor, mayor paciencia, una confianza más perfecta en nuestro Padre celestial, tendremos más paz y felicidad a medida que enfrentemos los conflictos de esta vida. El Señor no se agrada de que nos irritemos y preocupemos, lejos de los brazos de Jesús. El es la única fuente de toda gracia, el cumplimiento de cada promesa, la realización de toda bendición [. . .] Si no fuera por Jesús, nuestro peregrinaje realmente sería solitario. El nos dice: “No os dejaré huérfanos”. Juan 14:18. Apreciemos estas palabras, creamos en sus promesas, repitámoslas cada día, meditemos en ellas durante la noche y seamos felices.
Nuestra elevada vocación, EGW, pg. 122
Madre, ¡no temas!
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Isaías 41:10. “No temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas”.
Josué 1:9
“¡Jehová de los ejércitos está con nosotros!. ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!”.
Salmo 46:7
“En Dios he confiado. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? Salmo 56:11. “Aunque ande en sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”.
Salmo 23:4
“Jesús nunca deja de darnos la ayuda que necesitamos. En la tierra o en el mar, si tenemos al Salvador en nuestro corazón, no necesitamos temer”.
El Deseado de todas las gentes, EGW, pg. 308
“No tenemos nada que temer en el futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada”.
Notas biográficas de EGW, cap.31, pg. 216
“Jesús es nuestro amigo; todo el cielo está interesado en nuestro bienestar; y nuestra ansiedad y temor apesadumbran al Santo Espíritu de Dios. No debemos abandonarnos a la ansiedad que nos irrita y desgasta, y que en nada nos ayuda a soportar las pruebas. No debe darse lugar a esa desconfianza en Dios que nos lleva a hacer de la preparación para las necesidades futuras el objeto principal de la vida, como si nuestra felicidad dependiera de las cosas terrenales”.
Patriarcas y profetas, EGW, pg. 299
“Hay seguridad cuando se confía en Dios continuamente, no existirá un temor constante de males futuros. Estos temores y ansiedades prestados desaparecerán. Tenemos un Padre celestial que se preocupa por sus hijos, y quiere que su gracia sea suficiente en todo momento de necesidad, y así lo hace”.
Testimonios para la iglesia, EGW
Madre, no llores más
“Reprime del llanto tu voz y de las lágrimas tus ojos, porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová”.
Jeremías 31:16, 17
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos, y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron”.
Apocalipsis 21:4
“El que derramó lágrimas de condolencia ante la tumba de Lázaro y devolvió a Marta y María su hermano sepultado; el que perdonó a María Magdalena; el que recordó a su madre mientras pendía de la cruz en su agonía . . .; es hoy el mejor amigo de la mujer y está dispuesto a ayudarle en todas las relaciones de la vida”.
El hogar cristiano, EGW, pg. 183
“En todas nuestras pruebas, tenemos un Ayudador que nunca nos falta . . . Aunque ahora esté oculto para los ojos mortales, el oído de la fe puede oír su voz que dice: . . . Conozco vuestras lágrimas, yo también he llorado. Conozco los pesares demasiado hondos para ser susurrados a ningún oído humano. No penséis que estáis solitarios y desamparados”.
El deseado de todas las gentes, EGW, pg. 455, 456
“No se entristezcan ni se preocupen; no vale la pena hacerlo. Cristo es su Salvador personal. Crean que su poder salvador se ejerce en favor de ustedes minuto a minuto, hora tras hora. Está a su lado en todo momento de necesidad”.
Carta 150, EGW, 1903
* Adaptaciones usando la Biblia para la mujer, Reina Valera 95, APIA